Todo empezo una tarde cualquiera de un dia cualquiera. Sali de compras y al pasar por una rotonda aparecio un perro feucho,pequeño y con muy malos pelos. Estaba temblando de miedo y a punto de ser atropellado. Sin tiempo para pensar paré el coche en medio de la rotonda liando una locura de pitos y gritos,meti al perro en mi coche y lo lleve a casa. Mis dos perras lo recibieron con una mezcla de alegria y asombro y el perrito que por su aspecto de abuelo le puse el nombre de Lelo se metio debajo de la mesa y ni se movia del miedo. Mi compañero de piso me devolvio a la realidad diciendome que no podiamos quedarnoslo. Los siguientes dias los pasamos colocando fotos del perrito pero no encontramos a su familia ni tenia chip. Lelo paso por unas semanas con los amigos del refugio de la Candela y por una adopcion frustrada hasta que Sergio(hermano de un amigo)y VIRGINIA(protagonista principal de la historia del viejito)decidieron acogerlo y a los meses Virginia y Lelo,que fue rebautizado por ella como Lilo crearon su vinculo y Virginia decidio adoptarlo definitivamente. Me sentia pletorico,por fin Lelo seria feliz. Llego el verano y me fui de viaje. Quede con Virginia en que cuando regresara iria a ver a mi viejito... llegué tarde porque Lelo tuvo un problema de respiracion y fallecio. Llore pensando en si habia merecido la pena parar mi coche aquella tarde...mi duda quedo rapidamente resuelta:POR SUPUESTO QUE SI,siempre merece la pena salvar a estos peluditos que tan feliz nos hacen a cambio de nada. Lelo fue feliz durante todo un año. Agradecer a Vera,Estela,Dave,Ricardo,Domi y especialmente a Sergio y sobretodo a VIRGINIA que hicieran posible esta historia. Mi viejito estara en el paraiso de los perros cuidando de Viginia y mirandome de reojo tambien sin perderme de vista,estoy seguro que es asi .Gracias pequeño por hacernos sentir tantas cosas. Nos veremos en tu paraiso.