Ayer por la noche nos llamó la policía, un perro yacía en el arcén, acababa de ser atropellado. Seguía vivo, con la pata delantera rota y dolor en toda la parte izquierda del cuerpo. La Policía tenía orden de llevar al perro directamente a la perrera pero como ya nos conocen nos llamaron por si podíamos hacer algo para ayudarle. Nosotros aceptamos cuidarle, necesitaba ir urgentemente al veterinario para ser operado y ahora está en una casa de acogida temporal.