Fue encontrado abandonado en la calle después de haber sido maltratado por sus dueños que intentaron arrancarle el chip sin éxito. Se relaciona muy bien con otros perros y pese a que no le han tratado bien, es muy cariñoso con las personas y sobretodo con los niños. Es limpio en casa, no ladra ni llora ni rompe nada, es muy tranquilo, y en la calle también. Tiene displasia en los codos delanteros y artrosis en las demás articulaciones de las patas debido a una alteración del crecimiento de los huesos que le provoca cojera y dolor. Puede ser tratado, y de hecho lo está siendo y para mejorar la cojera y el dolor se le está dando antinflamatorios y ejercicio físico. Es un perro feliz, siempre contento y con ganas de moverse, jugar, y recibir mimos.