Fue tirada por encima de la valla de nuestro refugio con la pata trasera dislocada. Le hicieron radiografías y tuvimos que operarla. Durante la operación pudo verse como tenía los tendones rotos, debido a un fuerte golpe. Suponemos que de un coche,porque tenía mucho miedo al verlos. Además el acetábulo de la cadera no tenia curvatura pues también tenía una displasia que impedía la colocación de la cabeza del fémur. La operación fue bien, le quitaron la cabeza del fémur entera, y sin ese trozo de hueso, salió de la clínica andando, y andando lentamente. Ahora está recuperada y muy feliz. Puede andar perfectamente e incluso correr. No tiene problema ni con los gatos, ni con los niños, aunque es un poco asustadiza, muy tranquila y tremendamente cariñosa, y dependiente con los humanos. Es muy limpia y no hace sus necesidades en casa.