Fue tirada por encima de la valla de nuestro refugio recién parida, abandonada junto con sus cinco cachorros. Tenía la barriga llena de heridas y arañazos pero ahora está fenomenal. Es una perra con muchísima energía y que necesita mucho ejercicio y mucho juego. Es algo bruta pero también muy obediente. Es aun joven así que tiene el típico comportamiento travieso de cachorro. Poco a poco trabajando con ella estamos consiguiendo que cada vez obedezca más y cuando le damos paseos podemos incluso soltarla libre. Siempre obedece y sabe responder algunas ordenes. Da la pata y se sienta cuando se lo pedimos. Es muy inteligente, simplemente necesita mucha educación, amor, y paciencia.