Lo encontraron una de nuestras voluntarias en un sitio donde no paraban de pasar camiones, coches, y era muy peligroso para él y otro cachorrito con el que estaba. Podían ser atropellados en cualquier momento así que decidimos rescatarlos y ahora están en el refugio esperando un nuevo hogar. Rocky es un perro tranquilo y muy cariñoso. Se te queda durmiendo enseguida cuando le acaricias.